domingo, 7 de junio de 2009

Algo bueno de la Globalización

No queremos llegar a esta situación un par de siglos más adelante en el futuro del planeta tierra, para ello debemos cuidar lo que es de todos. Esta foto un poco futurística como sacada de dibujos aminados, muestra lo que puede llegar a suceder si es que explotamos incontroladamente los recursos naturales.

Como relacionamos la globalización y la explotación de los recursos leamos un poco mas abajo…


Si observamos más allá de los problemas que nos trae la crisis actual, que son bastantes, podemos encontrar algo positivo, y es que le estamos dando un respiro a nuestro deteriorado medio ambiente. Como cabría esperar, indicadores físicos de contaminación, tales como generación de residuos y concentración de CO2 en la atmósfera están bajando sensiblemente. ¿Esto se debe a que somos más cuidadosos con nuestro entorno? Para nada, simplemente la recesión hace que la economía produzca menos bienes, y por consiguiente, demande menos materiales.

La naturaleza estará aplaudiendo la crisis y deseando que se extienda eternamente, esto nos hace recapacitar acerca de nuestro modo de vida y podríamos llegar a plantearnos si sería posible un decrecimiento sostenible en los países ricos, con el objetivo de encontrar un equilibrio para que la economía mundial sea sostenible con el entorno, porque al fin de cuentas si no hay entorno tampoco hay economía.

Ahora bien, en el sistema que vivimos decrecimiento de la economía significa desempleo, menos producción, menos renta, etc., con todos los efectos que se pueden derivar de ellos.
Es fácil decir “decrecimiento sostenible para los países ricos”; claro, como ya se desarrollaron ahora podrían estancarse eternamente para encontrar un equilibrio. Está bastante claro que sería una catástrofe. Una recesión de décimas porcentuales ya hacen que nos tiremos de los pelos, y es que este sistema económico necesita crecer para vivir, y como si esto fuera poco, necesita crecer a tasas más o menos elevadas.

Lo que acabo de exponer es una verdad difícilmente cuestionable, pero también es indiscutible que vivimos en un planeta limitado, y, al menos que colonicemos otros mundos o descubramos una tecnología maravillosa, la generosidad de la naturaleza se acabará tarde o temprano.

La cuestión no es como hacemos para decrecer sin tener problemas, o incluso si esta opción es viable. Lo miremos por donde los miremos parece que eso será bastante imposible. Cualquier movimiento hacia este objetivo tendrá consecuencias desastrosas dada la enorme complejidad e interrelaciones de nuestro sistema económico.

Pero no es que no se puede, simplemente no se puede dentro de los parámetros que la economía -tal como la entendemos- nos establece. Lo que necesitamos es un nuevo paradigma para la humanidad, donde primen la justicia y la igualdad y no la avaricia, el materialismo, el beneficio y el egoísmo.

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